El crimen ocurrió en Seattle, donde John Eisenman rescató a su hija y luego buscó a la pareja de ella, lo secuestró y lo asesinó
Eisenman rescató en primer lugar a su hija, quien le contó que su novio era el responsable de que ella pasara por tal traumática experiencia y le reveló el lugar donde se ocultaba.
El hombre viajó donde se encontraba Aaron y lo secuestró. Lo llevó a un campo desolado, sin cámaras de seguridad, donde golpeó su cabeza contra el cemento y luego le dio las las puñaladas que mataron al joven de 19 años.
Luego dejó el cuerpo en un auto que condujo hasta un área remota de North Spokane, donde una persona más tarde lo descubrió y dio aviso a la policía.
Las autoridades detuvieron a Eisenman por homicidio en primer grado y quedó detenido en la cárcel del condado.